Un sistema de control de acceso es un conjunto de dispositivos interactuando entre sí que permite:
1. Restringir la apertura de puertas o accesos mediante algún medio mecánico.
2. Identificar al usuario de acuerdo con parámetros establecidos para determinar si el acceso es permitido o denegado.
3. Registrar y auditar los eventos de acceso por usuario y por puerta.
4. Programar la autorización o desautorización del acceso relacionando a cada usuario.
5. Permitir funciones adicionales de seguridad y funcionalidad.
1.- Restringir la apertura de puertas o accesos mediante algún medio mecánico.
Este medio mecánico debe ofrecer la seguridad que será efectivo al impedir la apertura de la puerta y resistir a los posibles intentos de violación.
Estos pueden ser:
Cada uno de estos medios tiene sus ventajas, desventajas y características particulares.
De esta manera se puede saber cuál usuario y en qué momento está entrando o saliendo a través de los accesos controlados. También debe indicar qué usuario intentó tener acceso fuera del horario o días permitidos. Esto es importante para:
Es decir, programar el comportamiento que las puertas o accesos deben tener para cada usuario en diferentes condiciones. Por ejemplo, el acceso a cierta puerta puede estar condicionado a que otra puerta esté cerrada (exclusa). O bien, que para tener acceso a cierta área dos o más usuarios deben identificarse ante el dispositivo, ya sea con tecleando cada quién su número en un teclado, o dando a leer su huella digital, etc. (acceso mancomunado). Así mismo.
Ejemplos de esto puede ser el programar una apertura con retardo (delay). Es decir, que aún de que la identificación sea positiva, la puerta o dispositivo tardará cierto tiempo, programado con anterioridad, en permitir el acceso.